Liyaghfira lakal laahu maa taqaddama min zambika wa maa ta akhkhara wa yutimma ni'matahoo 'alaika wa yahdiyaka siraatam mustaqeema
Dios te perdonará [¡oh, Mujámmad!] las faltas que cometiste y las que pudieses cometer, completará Su gracia sobre ti, te afianzará en el sendero recto,
Él es Quien hizo descender el sosiego en los corazones de los creyentes para aumentarles fe a la fe que ya tenían. A Dios pertenecen los ejércitos de los cielos y de la Tierra; y Dios lo sabe todo, es Sabio.
Liyudkhilal mu'mineena walmu'minaati jannaatin tajree min tahtihal anhaaru khaalideena feehaa wa yukaffira 'anhum saiyi aatihim; wa kaana zaalika 'indal laahi fawzan 'azeemaa
[Dios] introducirá por toda la eternidad a los creyentes y a las creyentes en jardines por donde corren ríos, y les perdonará sus pecados. Este es un éxito grandioso ante Dios.
Wa yu'azzibal munaafiqeena walmunaafiqaati wal mushrikeena walmushrikaatiz zaaanneena billaahi zannas saw'; 'alaihim daaa'iratus saw'i wa ghadibal laahu 'alaihim wa la'anahum wa a'adda lahum jahannama wa saaa' at maseeraa
En cambio, a los hipócritas y las hipócritas, y a los idólatras y las idólatras que pensaban mal de Dios, los castigará; la ira de Dios recaerá sobre ellos y los maldecirá, y les tiene reservado el castigo del Infierno. ¡Qué horrible destino!
Quienes te juran fidelidad en realidad están jurando fidelidad a Dios, pues la mano de Dios está sobre sus manos. Quien no cumpla con el juramento solo se perjudicará a sí mismo; en cambio, quien respete lo pactado con Dios recibirá una recompensa grandiosa.
Sa yaqoolu lakal mukhal lafoona minal-A'raabi shaighalatnaaa amwaalunaa wa ahloonaa fastaghfir lanaa; yaqooloona bi alsinatihim maa laisa fee quloobihim; qul famany yamliku lakum minal laahi shai'an in araada bikum darran aw araada bikum naf'aa; bal kaanal laahu bimaa ta'maloona Khabeeraa
[¡Oh, Mujámmad!] Los beduinos que no participaron [del viaje a La Meca y del pacto de Hudaibiiah] dirán: "Nos mantuvieron ocupados nuestros bienes materiales y nuestras familias, pídele a Dios que nos perdone". Pero solo dicen con sus lenguas lo que no sienten sus corazones. Diles: "Si Dios quisiera perjudicarlos o beneficiarlos, nadie podría impedirlo. Dios sabe lo que hacen".
Bal zanantum al lany yanqalibar Rasoolu walmu'minoona ilaaa ahleehim abadanw wa zuyyina zaalika fee quloobikum wa zanantum zannnas saw'i wa kuntum qawmam booraa
Creyeron que el Mensajero y los creyentes jamás regresarían a sus familias. Eso es lo que el demonio infundió en sus corazones, y por eso pensaron mal. Son gente que se ha arruinado a sí misma.
Sa yaqoolul mukhalla foona izan talaqtum ilaa maghaanima litaakhuzoohaa zaroonaa nattabi'kum yureedoona any yubaddiloo Kalaamallaah; qul lan tattabi'oonaa kazaalikum qaalal laahu min qablu fasa yaqooloona bal tahsudoonanna; bal kaanoo laa yafqahoona illaa qaleela
Cuando salgan en busca del botín, quienes no participaron [de la expedición a La Meca] dirán: "Déjennos participar de la expedición". Pretenden cambiar el designio de Dios. Diles [¡oh, Mujámmad!]: "No participarán de ella, pues así lo decretó Dios". Entonces responderán: "En realidad nos tienen envidia", pero es poco lo que comprenden.
Qul lilmukhallafeena minal A'raabi satud'awna ilaa qawmin ulee baasin shadeedin tuqaati loonahum aw yuslimoona fa in tutee'oo yu'tikumul laahu ajran hasananw wa in tatawallaw kamaa tawallaitum min qablu yu'azzibkum 'azaaban aleemaa
Diles a los beduinos que no participaron [en la expedición a La Meca]: "Se los convocará para luchar contra un pueblo militarmente poderoso, puede que combatan o que ellos se rindan. Si obedecen, Dios les concederá una bella recompensa. Pero si desertan, como lo hicieron anteriormente, les dará un castigo doloroso [en el Más Allá]".
Laisa 'alal a'maa harajunw wa laa 'alal a'raji harajunw wa laa 'alal mareedi haraj' wa many yutil'il laaha wa Rasoolahoo yudkhilhu jannaatin tajree min tahtihal anhaaru wa many yatawalla yu'azzibhu 'azaaban aleemaa
No hay nada que reprochar al ciego, al lisiado y al enfermo [que no participan en las expediciones militares]. Quien obedezca a Dios y a Su Mensajero, Él lo introducirá en jardines por donde corren ríos. Pero a quien deserte, Dios le dará un castigo doloroso.
Laqad radiyal laahu 'anil mu'mineena iz yubaayi 'oonaka tahtash shajarati fa'alima maa fee quloobihim fa anzalas sakeenata 'alaihim wa asaa bahum fat han qareebaa
Dios quedó complacido con los creyentes cuando te juraron fidelidad bajo el árbol. [Él] sabía [la fe] que había en sus corazones e hizo descender el sosiego sobre ellos y los recompensó con una victoria cercana,
Wa'adakumul laahu ma ghaanima kaseeratan taakhuzoo nahaa fa'ajjala lakum haazihee wa kaffa aydiyan naasi 'ankum wa litakoona aayatal lilmu'mineena wa yahdiyakum siraatam mustaqeema
Dios les ha prometido que obtendrán muchos botines, y por eso les adelantó este [en Jaibar]. [Él] los ha protegido de las manos [opresoras] de alguna gente para que sean ustedes un signo para los creyentes, y los guiará por el sendero recto.
Wa ukhraa lam taqdiroo 'alaihaa qad ahaatal laahu bihaa; wa kaanal laahu 'alaa kulli shai'in qadeera
Y [también les ha prometido] otras victorias que no tienen capacidad de conseguir, pero que Dios les tiene reservadas. Dios tiene poder sobre todas las cosas.
Wa law qaatalakumul lazeena kafaroo la wallawul adbaara summa laa yajidoona waliyanw-wa laa naseeraa
Sepan que aun cuando los que se negaron a creer los hubieran combatido [en Hudaibiiah], habrían huido vencidos, pues no hubieran encontrado quién los protegiera ni los defendiera.
Wa Huwal lazee kaffa aydiyahum 'ankum wa aydiyakum 'anhum bibatni Makkata mim ba'di an azfarakum 'alaihim; wa kaanal laahu bimaa ta'maloona Baseera
Él es Quien los protegió de las manos de sus enemigos y los protegió a ellos de las manos de ustedes en el valle de La Meca, después de haberles dado la victoria sobre ellos. Dios vio lo que hicieron.
Humul lazeena kafaroo wa saddookum 'anil-Masjidil-Haraami walhadya ma'koofan any yablugha mahillah; wa law laa rijaalum mu'minoona wa nisaaa'um mu'minaatul lam ta'lamoohum an tata'oohum fatuseebakum minhum ma'arratum bighairi 'ilmin liyud khilal laahu fee rahmatihee many yashaaa'; law tazayyaloo la'azzabnal lazeena kafaroo minhum 'azaaban aleema
Ellos son los que se negaron a creer y no los dejaron llegar a la Mezquita Sagrada, impidiendo que los animales [que llevaban para sacrificarlos como ofrenda en La Meca] llegaran a su destino. De no haber sido porque podrían haber cometido un grave pecado si atacaban La Meca, matando o hiriendo sin darse cuenta a algunos hombres y mujeres creyentes que no conocían y que habitaban en ella, Dios se los habría permitido. Dios alcanza con Su misericordia a quien Él quiere. Si les hubiera sido posible diferenciarlos unos de otros, les habríamos hecho infligir un castigo doloroso a los que se negaron a creer.
Iz ja'alal lazeena kafaroo fee quloobihimul hamiyyata hamiyyatal jaahiliyyati fa anzalal laahu sakeenatahoo 'alaa Rasoolihee wa 'alal mu mineena wa alzamahum kalimatat taqwaa wa kaanooo ahaqqa bihaa wa ahlahaa; wa kaanal laahu bikulli shai'in Aleema
Cuando los que se negaron a creer cerraron sus corazones con una arrogancia similar a la de la época de la ignorancia [previa al Islam], Dios hizo descender el sosiego sobre Su Mensajero y sobre los creyentes, y los hizo mantenerse leales al compromiso, pues eran los más merecedores y los más dignos de él. Dios lo sabe todo.
Dios hará realidad la visión que tuvo Su Mensajero [en sueños] y ustedes entrarán en la Mezquita Sagrada, si Dios quiere, algunos con las cabezas rasuradas y otros con el cabello recortado, sin temer absolutamente nada. Dios sabe lo que ustedes ignoran. Él les concederá, además, una victoria cercana.
Huwal lazeee arsala Rasoolahoo bilhudaa wa deenil haqqi liyuzhirahoo 'alad deeni kullih; wa kafaa billaahi Shaheeda
Él es Quien les envió a Su Mensajero con la guía y la práctica de adoración verdadera, para que prevalezca sobre todas las demás. Dios es suficiente como testigo.
Muhammadur Rasoolul laah; wallazeena ma'ahooo ashiddaaa'u 'alal kuffaaari ruhamaaa'u bainahum taraahum rukka'an sujjadany yabtaghoona fadlam minal laahi wa ridwaanan seemaahum fee wujoohihim min asaris sujood; zaalika masaluhum fit tawraah; wa masaluhum fil Injeeli kazar'in akhraja shat 'ahoo fa 'aazarahoo fastaghlaza fastawaa 'alaa sooqihee yu'jibuz zurraa'a liyagheeza bihimul kuffaar; wa'adal laahul lazeena aamanoo wa 'amilus saalihaati minhum maghfiratanw wa ajran 'azeemaa
Mujámmad es el Mensajero de Dios. [Los creyentes] que están con él son severos con los que se niegan a creer, pero misericordiosos entre ellos. Los verás [rezando] inclinados y prosternados, anhelando alcanzar la misericordia de Dios y Su complacencia. En sus rostros se encuentran las huellas de la prosternación. Así fueron descritos en la Tora; mientras que en el Evangelio se los compara con una semilla que germina, brota, se fortalece, cobra grosor y se afirma en su tallo, causando alegría a los sembradores. Para que se indignen los que se niegan a creer. A los que crean y obren rectamente, Dios les ha prometido el perdón y una recompensa grandiosa.